La huella de mi recuerdo

Hemos recibido en esta hermandad, el relato que de sus recuerdos, la huella de sus recuerdos, conserva nuestra hermana Dª Francisca Sánchez Fernández, en el relato que escribió para su familia en Diciembre de 1962. Queremos desde estas páginas, agradecer su familia, que nos lo hallan hecho llegar, para publicarlo en esta Web, para general conocimiento de todos.

Nos cuenta D.  Roberto Torres Sánchez al enviarnos estos recuerdos de su madre su deseo de

«que no solo quede en el recuerdo, de los mas allegados, de las tragedia individuales, y colectivas»

Un abrazo desde esta redacción a Don Roberto y a su madre Dª. Francisca.

 

LA HUELLA DE MI RECUERDO

Esta comenzó el 19 de Julio del año de 1.936, mi padre era Guardia Civil. Vivíamos en un pueblo de la provincia de Toledo, el día 19 de Julio nos trasladamos a la Capital de Toledo y al día siguiente nos metieron en el Alcazar, donde estuvimos hasta su liberación, fueron días horrorosos de bombardeos, de muertos y heridos.

Hasta el día 8 de Agosto todos los días veíamos a mi padre bajabamos a la cuadras, que era donde el tenía su puesto, ya que pertenecía a Caballería. El 8 de Agosto fue un día terrible de bombardeo, estabamos en un oscuro sótano como siempre, cuando mi madre sintió decir que estaban bombardeando las cuadras y sin pensarlo me agarró de la mano y a mi hermando de dos meses, lo llevaba en brazos, y salimos corriendo entre el bombardeo y por fín llegamos a las cuadras donde estaba mi padre, y solamente había un monton de escombros y maderos humeantes y los caballos muertos, los heridos y muertos los habían retirado de allí y entre ellos iba mi padre, nos fuimos a la enfermería y no nos dejaron pasar y desde una ventana vimos que le estaban vendando, le llamé y el en su agonia me oyó y no pudo verme por estar ciego ni contestarme porque estaba rebentado, a los pocos momentos su vida acababa, y para nosotros vimos la desolación y los llantos, se acercó el General Moscado y me acaricio y me dijo : «no llores niña, todo por Dios y por España, yo tambien he dado la vida de mi hijo la mia si es preciso si asi lo desea Dios».Quedamos solas sin calor y faltos del cariño de mi padre. Empezó el hambre y la miseria al faltar los viveres, solamente nos daban de comer trigo cocido con agua y sin sal y carne de caballo.

Mi madre a consecuencia del sufrimiento se la retiro la leche y por lo tanto no podia alimentar a mi hermano de dos meses, teniendo que darle trigo amasado y llegó un día en que mi hermano se puso enfermo por falta de alimentos y mi madre tambien, nos cambiamos de sitio cerca de una ventana por donde entraba un poco de luz y al dia siguiente de estar allí entro un cañonazo y nos nos marchamos corriendo y cuando nos fuimos habá desaparecido el colchon y las mantas, y yo me puse allorar de rodillas a la Virgen del Alcazar pidiendola que ya me faltaba mi padre me dejase a mi madre y hermano, ya que los necesito, no tengo mas que once años, en aquel momento pasó un soldado y me dice, que te pasa niña porque lloras, porque han matado a mi padre y tengo ami madre y hermano enfermos, me besó y se retiró, al poco rato volvió con un colchón y unas mantas, que se había dado cuenta de que no las teniamos, toma niña yo no las necesito. Desde ese día nos siguió visitando y un día estando con nosotros le dió a mi hermano un colapso, veia el que se moría y dijo, voy a salir a la calle y dar mi vida por tu madre y hermano, lo mismo me da morir de un balazo aquí que en la calle, salió por la noche, arrastrandose burlando a la guardia roja, entro en una casa desabitada donde encontró varias cosas de alimentos y cuando volvia con ellos, le vieron y le pidieron el alto y el sin hacer caso salio corriendo parar entrar en el Alcazar, le gritaron a por él, que es del Alcazar y por fin pudo volver al Alcazar y salvar su vida y por lo tanto la de mi madre y hermano. El 29 de septiembre se liberó el Alcazar, y de momento no pudimos salir de donde estabamos pues había muchas bombas de mano por todos sitios y cuando lo hicimos no le vimos a este pobre soldado y no hemos vuelto a saber nada de él.

Al poco tiempo nos dieron la laureada de San Fernando.
Y este es mi recuerdo que jamás olvidaré.
Cazalegas a 13 de Diciembre de 1.962

FDº FRANCISCA SANCHEZ FERNANDEZ.